Entradas

Infinita.

  Encontrar mi propio origen me hizo transformarme desde dentro, lo que se veía eterno llegó  a su fin. Me siento de una manera inexplicable, las cosas fluyen bastante bien desde hace varias noches. Estoy muy agradecida con mi padre y con la vida por haberme ayudado en todo este proceso, me siento verdaderamente liberada de todo aquello que me atormentaba desde hace mucho tiempo. Esta noche se siente tan tranquila, similar a cuando estaba en los brazos de mamá y se siente silenciosa, tan en paz que podría conservar este momento como una fotografía en un portaretratos. La verdad es que he llegado a mi fin, pero no me asusta porque  se que seré  infinita.

Cuando te vi morir

  Cuanto te vi morir mi mente no entendía nada de lo que pasaba al rededor, el momento era como una telenovela,  cada quien expresaba su dolor de una forma peculiar. Cuando te mire entendí lo que era el amor verdadero, el amor más sincero y puro que pude haber conocido. Cuando te tomé  de la mano te agradecí  por haberme cuidado tantos años, por haberme protegido y te pedí perdón por no haberte valorado como debí haberlo hecho. Cuando me miraste y me contaste  de aquel camino tan hermoso que veías y que al mismo tiempo te atemorizaba  entendí el verdadero significado  del miedo y dolor. Eras una niña indefensa rodeada de confusiones y dolencias. Escuché  cada una de tus preocupaciones y frustraciones que expresabas y me identifiqué  contigo, me identifiqué  con el amor frustrado, con el amor no correspondido, con un  amor ciego. Te ame como nunca y te extraño como a nadie. Hoy te hubiera  mostrado la fotografía  de las flores que rodean el patio de tu casa y que florecen como tu

Abrumada.

  No puedo entender la magnitud de mis sentimientos ni la complejidad de la existencia. La mente humana es un laberinto en el cual puedes estar perdido por años, los pensamientos son como piquetes de púas en un momento de tranquilidad. No puedo escribirle a una persona en específico porque ahora mismo estoy confundida, hundida en el vacío de la soledad donde el silencio tiene un sonido peculiar que me abruma cuando estoy acostada pensando en la eternidad. Me cuesta entender tu comportamiento y tus pensamientos en tus días grises, me cuesta creer que soy un humano más ante tus ojos y la indiferencia  ha hecho que adolezca el alma. Necesito sanar ya mismo o si no me perderé en mi propia existencia, cada día, un poco más.